domingo, 23 de agosto de 2009

Necesitaba desahogarme, pero no encontré otra forma...

No sé cómo poder explicarte lo que tengo adentro
Pero me siento inquieto, intranquilo, me quitas el sueño,
Me tienes confundido,
Porque te extraño, a pesar de que te veas y te besas
Con otro que no sea yo, PERO TE QUIERO DEMASIADO,
Y a veces estar contigo es estar más alejado de ti,
Extrañándonos a la distancia,
Extrañándonos juntos.
Estoy desesperado…

A veces siento que esto se me escapa de las manos y no puedo controlarlo... me quemo y colapso.
[te quiero conmigo, eso quiero, no quiero volver a perder/te, quiero ganar]


Por favor, ayuda.

Te sigo queriendo todavía, no lo eh dejado de hacer y por favor...
NO TE SALVES NI ME DEJES.

lunes, 17 de agosto de 2009

El Gigante Idiota

Con el corazón en la mano
Y en la otra con un cuchillo del presidio
Comportándome como una balanza injusta
Los días y las noches pasan eternas
Gélidas de tanto esperar
A que se decida por fin
A iniciar el ciclo que da paso
Para lo nuevo, la incertidumbre lluviosa
No cesa de caer en mis pensamientos
Fúnebres y marchitos
Tragando fuego negro del infierno.
Desespera saber qué ocurrirá
En sus rojos cabellos de menstruación
Cargados de lujuria y seducción
Que atestan todo lo que pienso
Haciendo pedazos mis intenciones
Presentando ante todos
La bestia humana impaciente
Por devorar cada minuto anhelado
Junto a Winett.
Lúgubre y torcido mis deseos
Cambiando con camuflaje bipolar,
Me hago el imbécil frente a todos
Para que la vergüenza no me cubra
Con sus manos sucias
Y me presente ante el resto
Como el hombre de cristal
Frágil hasta en su figura;
Una sola mirada fatal puede destruir
Tan preciado tesoro
Hallado lejos de nuestra imaginación
Y que sólo se presenta cuando
Alguien le busca para
Apoyar su cabeza y llorar
Y partir en pedazos
A esa estatuilla sin valor
Despedazada en mil partes.
Aúlla en medio de la filosofía carnal
El lobo estepario que se esconde
Dentro de mí
Frente a una luna de miel
Corrompida por las miradas infieles
De otros idiotas
Babosos por besos calientes
Y el hombre lúgubre, yo
El gigante idiota
El fracaso total del mundo
Desaprovecho la gran oportunidad
De miradas sinceras
De frente y costado
Esperando a que [yo] de el puntapié
Del juego de seducción,
Oyendo un falso te quiero
Cuando por la espalda
Sólo se quedan en promesas
Que se las lleva el viento
Y otro gusano baboso
Llega a robar mis ideas
Como si fueses una puta
Que se abre de piernas
Para parir al mundo
Desteñido y corrompido
Por la locura,
La perdición,
Y otras cosas
Que no cabe mencionar
Sólo por no reconocer
Que soy cobarde.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Channel

Dentro de lo más profundo,
donde se encuentra algo
más que una simple imagen de
suburbio al estilo robo-
cop, recalcando la inmun-
dicia total y la decaden-
cia absoluta del rostro
humano consumido por la
ambixión bestial, con
perfume a humedad, su-
mando la lúgubre
angustia de imbecilidad
[me eh perdido en este
cuento de micro] de las
calles sin salida y sin
dirección del cerebro, como
estar en un tablero
de ajedrez... decidido a
lo que se apronta, se ave-
cina, nunca más volver
a tales tierras malditas
de ninfas podridas y mounstros
babosos por botas
dadas de grado bajo a los
centauros imperiales genocidas
y en la búsqueda de un refugio
bajo el brazo de un amigo
habitante y conocedor de la
tierra fracasada, buscando
un sitio familiar al de una
cárcel, consumiendo el humo
de la gracia divina y sucia
escapatoria a nuestras viles vidas
cuando a carcajadas la alegría
gris de nuestros ojos rojos
indican la hora de marchar
hacia el fin de un bosque profundo,
oscuro, de una sola salida
hacia la buena vida,
y con miedo,
enfrentándo al miedo,
encarándolo con posición firme
para ocultar nuestros miedos internos,
esa cobardía que no nos deja actuar
como tales bestias humanas
en contra de otras bestias humanas ruines
y sin escapatorias a sus denigrantes
problemas que los tienen sujetados
al polvo blanco y a sus recinas
asquerosas que se ingieren en pipas
de plástico derretidas
por candelabros portátiles
y que con angustia miserable
planean el suicidio de una pareja,
cortando el aire
con un cuchillo en la manga
escondido cobardemente
como su portador
y tan perdido
tan aturdido
sin saber qué hacer
frente a la actitud
del centauro genocida
más joven y reacio
sediento de bautizar
sus botas imperiales
con sangre en el hocico
del portador cobarde,
cuando al final de la luz
se acerca un pequeño mendigo
con actitud asustadiza
como un perro chiguagua
y con la mirada triste
se acerca a pedir un poco
de tabaco
como haría el mismo
Zomibe suicida cuando no tenga
qué fumar para observar el cómo pasan
las horas en esta prisión donde
no hay Dios
ni Ley.