lunes, 29 de septiembre de 2008

Rotten Heart

Cuando estoy en busca de corazones, lo único que encuentro son corazones podridos

Nada nuevo sería para mí, siempre es así.

¿Acaso es tan malo ver a la muerte que se sienta a mi lado?

Tengo que reinventar mi cumpleaños

El polvo se eleva por el viento y no volverá a ser la misma figura.

El karma vuelve a entrar en mí quemándome por dentro

Fuego tan incontenible

Que hasta puedo reír y llorar

A la vez.

¿Que tan viseral puede ser el amor?

Ahí va de nuevo: otra vez se enciende mi vela

Ahora es la sombra que se apodera del fuego

Y solo pienso en enterrar mi cabeza bajo tierra.

El karma vuelve a entrar en mí quemándome por dentro

Fuego tan incontenible

Que hasta puedo reír y llorar

A la vez.

Dame la mano y te daré el pie.

Dame tus ojos, los encerraré.

Dame tu lengua, la cortaré.

Dame tu alma, ahora yo soy tu dueño.

Éramos estrellas de mar cuando caen lunas,

Y en la bruma podíamos ver nuestro refugio,

Esto no dá para más,

Apúntame con esa pistola a fogueo.

El karma vuelve a entrar en mí quemándome por dentro

Fuego tan incontenible

Que hasta puedo reír y llorar

A la vez.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

O.K.

El tiempo ah pasado, cada día voy sintiendo cómo el invierno se despide de mi con una suave lluvia en el rostro que me hace parecer llorar debajo de ella y una canción que siempre guardo bajo la manga. Hoy miro hacia atrás, preparo mi tiempo, todo lo que sufrí en algún momento, los recuerdos más hermosos con los que apenas me puedo quedar y atesorarlos en el fondo de mi locura disfrazándola con una careta de odio y que no reconozco haber pasado por ahí, borrando cada parte de mi memoria, negando TODO lo que hice y dije, callando y aguardando para siempre como si estuviera tomando esa maldita desición del matrimonio: "ahora o nunca". Quise irme lo más lejos posible, no estar con nadie, que me dejaran en paz y que todo el mundo se fuera a la mierda... Nunca quise que alguien se acercara a mi, no soy ni estoy para nadie. Primero lo primero: debo aprender a estar conmigo mismo primero, antes de estar con los demás y reinsertarme en el mundo de los sistemas que nos denigran cada día como aquel pan que quisimos comer algún día y que ya nadie quiere por lo añejo que lo puso el tiempo. Me retiré de este mundo, y tanto fue así que hasta dejé de escribir por mucho tiempo, y aquí me tienen, como un pintor intenta hacer un autoretrato de si mismo y que nadie entienda qué es lo que hay ahí, esa abstracción que sólo yo pueda entender. Pero solo es frustración.
Cuesta volver a ser el mismo de antes que muchos conocieron y que extrañamente echan de menos; la verdad, nunca quise crecer, nunca pedí nacer, nunca pedir ser quien soy, y lo peor de todo: nunca pedí la vida que llevo. ¿Cuántas noches sin pensar una y otra vez la misma mierda de siempre? Quisiera que me cayera un rayo ensima, poder terminar con todo... borrón y cuenta nueva, siempre es bueno hacerlo aunque todo tiene (lamentablemente) su precio. Un costo tan elevado que te quedas con las peores de las deudas y debes aguantar como cuando te llega una bala al pecho... te desangras, agonizas... aguantas lo que más puedes... pero llega el minuto decisivo en donde debes probarte a ti mismo que eres demasiado fuerte y que esto no te dejará caer, que aún puedes seguir en pie viviendo y que vendrán nuevas buenas para ti: FALSO, vienen nuevas, pero no siempre son buenas, aunque no queramos admitirlo. Héme aquí, prisioner de las cuatro paredes que me acogen cada noche que llego desde una larga peregrinación en solitario que poco me importa si viene alguien quiere seguirme, eh hecho este viaje tantas veces que ya da lo mismo quien venga o no. Hay días en los que echo de menos ser un pequeño mocoso e ingenuo para la vista de los demás, o mejor aún, echo de menos volver a mi placenta y que el agua que me cubre hasta el último rincón de mi cuerpo me de la vida que yo prefiero.
Por hoy, ya casi con 20 años de experiencia de lo que es vida, siento que es en vano rezarle a un Dios que por mucho que nos ame con toda su alma, nos odia con toda su alma, y que no para de hacer las cosas que vemos todos los días con caras enfermizas y desquisiadas... Creo que le eh encontrado en parte, el sentido de que yo escriba. Tal vez para otros u otras no sea el mismo que el mío, pero sé que muchos estarían de acuerdo con mi postura. Lo veo, pero no lo creo... y resulta que ese viejo tenía razón, que el hombre debe educarse por sí mismo, encontrar las respuestas por sí solo, JÁ, qué irónica es la vida. Pero le encuentro más la razón al Zoroastro, que debemos emprender un viajé que exija fé y no comprensión, y a pesar de que carezca de este elemento, hay que ir con eso que muchos llaman fé, que a través de ella podemos hacer las cosas, pero ¿Es necesario tener esto para creer que podemos hacer las cosas tal cual como son?, y es que a veces pienso que la fé no es nada más que decirse repetidas veces hasta que te convenzas: "yo puedo". Lo siento, pero yo carezco de esto.

(continuará)